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María Victoria Atencia (1931-)

Nacida en Málaga en 1931, el descubrimiento de su vocación poética estuvo claramente vinculada a su ciudad natal, en la que destacaba el nombre de Bernabé Fernández Canivell (editor de la revista malagueña Caracola) que pronto se convirtió en su mentor literario y gracias al cual, tuvo correo de Luis Cernuda y Juan Ramón y pudo conocer personalmente a Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre y Jorge Guillén. También a él le debe el conocimiento de Muñoz Rojas, el de Spiteri y el del grupo de la revista cordobesa Cántico, con Pablo García Baena a la cabeza.

Su singladura poética se inicia con Arte y aparte y Cañada de los ingleses, ambos publicados 1961, a los cuales les sigue un silencio literario de quince años. Anteriormente, su marido, Rafael León, había dado a conocer sin su consentimiento en 1953 un cuaderno titulado Tierra mojada, que ella nunca admitió como su primera aportación al mundo poético. Si eliminamos este cuaderno y otros Cuatro sonetos impresos en 1955, podemos establecer 1961 como fecha de inicio de su poesía. No olvidemos que por entonces se había ido fraguando la eclosión y posterior declive de la poesía social a cuya floración contribuyeron algunos nombres de la segunda generación de postguerra. No fue el caso de María Victoria Atencia,  como sabemos. En esos años de voluntario paréntesis se dedicó a una pasión no sé si igualmente poética pero sin duda alguna sorprendente: fue piloto de aviación, actividad que le llevó a cruzar otras geografías del alma, no en vano decía en el poema “Estrofa 24”: “De las cinco orientaciones cardinales elijo con pasión la del vuelo.”

El regreso a la poesía se produjo en 1976 con uno de sus libros más emblemáticos, Marta & María, escrito según la poeta en un momento de tensión y angustia ante un posible desgajamiento. Esta fecha supuso según comentó Guillermo Carnero una fisura  en su labor literaria y abrió una segunda etapa  en su trayectoria. Sus primeros libros aparecieron en una fecha en la que cronológicamente pertenecían a la generación de medio siglo, pero el hecho de que se publicaran en ediciones restringidas y no venales, sumado a que su estilo literario no encajara con esa estética predominante en la España de los años sesenta, obligó a que su nombre se omitiera en las nóminas de esa segunda  generación de posguerra reapareciendo, en cambio, en las de los poetas culturalistas de la generación siguiente, la de los setenta, con algunos de los cuales compartía ciertas inquietudes estéticas: Los sueños (1976) y El mundo de M.V. (1978) son libros circunscritos a un estadio de renovación poética. La tercera etapa comenzaría con El coleccionista (1979), Paulina o el libro de las aguas (1984), Compás binario  (1984) y la colección antológica Ex libris (1984); esta etapa compartiría evidentes características con el culturalismo predominante en la poesía española durante esos años. Iniciarían la cuarta etapa De la llama en que arde (1988) y La pared contigua (1989) en la que “el yo autobiográfico, ahora menos velado y distante, reclama un mayor espacio para sí mismo” (Sharon Keefe Ugalde, 1998:  24-25). A ellos habría que añadir dos libros más de 1992: La intrusa y El puente, en los que “cabría resaltar un mayor hermetismo propiciado por la intensificación de la elipsis, el conceptismo y la sugerencia que llevan, en ocasiones, a un tono de simbolismo” (Ruiz Noguera, 1997: 190). Emilio Miró de manera muy acertada había comentado que a partir de La pared contigua y de El puente se percibe en la poesía de María Victoria Atencia “un ahondamiento progresivamente entrañado en las esencialidades humanas: el arte, la belleza, el amor, el misterio, la religiosidad, la muerte” (1997:176) al tiempo que se acentúa el simbolismo –no del todo ausente en composiciones anteriores- así como la reflexión y meditación sobre la propia existencia y la creación poética.

A estas etapas deberíamos añadir una final en la que se incluirían sus libros más recientes: Las contemplaciones (1997) con el cual obtuvo el “Premio Andalucía de la Crítica” (1998) y el “Premio Nacional de la Crítica” (1998),  A orillas del Ems  (1997), Trances de Nuestra Señora (1997), y los últimos títulos publicados ya en el siglo XXI: El hueco (2003), De pérdidas y adioses (2005), El umbral (2011) y la antología Como las cosas claman (2011). En esta etapa final, mucho menos conocida y reseñada,  veo un claro ahondamiento en la espiritualidad, en lo etéreo, en aquello que no resulta evidente pero ahí está de pronto, llenando de connotaciones lo real. La poesía posee y recrea la  esencia de la vida, la palabra se justifica a sí misma por su capacidad de trasmitir instantes de trascendencia, por su clara fe en el valor representativo, por la búsqueda de la perfección y exactitud, por la relevancia de su belleza.

La contemplación es la que mantiene en la poesía atenciana el tono marcadamente reflexivo de sus composiciones, la serenidad en la cadencia del verso, el tiempo suspendido en la contemplación de la belleza que la arrastra en su música callada hacia los rincones más cercanos a lo espiritual. Su concepción del poema como proceso responde a una poesía esencialista y depurada que recurre a la tensión y a la ambigüedad, a la dualidad significativa. Uno de los elementos más destacados de su poética es precisamente la vinculación representada en los poemas entre el mundo real y el imaginario, entre el mundo cotidiano y su expresión subjetiva que llevan a formular una lectura polivalente del texto.

Bibliografía de la autora

Atencia,  María Victoria (1961). Arte y parte.  Madrid: Rialp.

_____ (1973). Cañada de los ingleses. Málaga: Curso Superior de Filología de Málaga.

_____(1976). Marta & María.  Málaga: imp. Dardo, no venal.

_____(1976). Los sueños. Málaga: imp.Dardo.

_____(1978). El mundo de M.V. Madrid: Ínsula.

_____(1979). El coleccionista. Sevilla: Gráficas del Sur.

_____(1984). Compas binario. Madrid: Hiperión.

_____(1984). Paulina o el libro de las aguas. Madrid: Trieste.

_____(1986). Trances de Nuestra Señora. Madrid: Hiperión; 2ª ed., Valladolid, Fundación Jorge Guillén, 1997.

_____(1998). De la llama en que arde. Madrid: Visor.

_____(1989). La pared contigua. Madrid: Hiperión.

_____(1992). La intrusa. Sevilla: Renacimiento.

_____(1992). El puente. Valencia: Pre-Textos.

_____(1997). Las contemplaciones. Barcelona: Tusquets.

_____(1997). «A orillas del Ems», Málaga, Litoral: 213-214.

_____(2003). El hueco. Barcelona: Tusquets.

_____(2005). De pérdidas y adioses. Madrid: Pre-Textos.

_____(2001). El umbral, Valencia: Pre-Textos, 2011.

 

Bibliografía sobre la autora.

Benítez Reyes, Felipe (1990). “María Victoria Atencia, el sueño de lo real”, Encuentros con el 50: la voz poética de una generación, Oviedo: Fundación Municipal de Cultura. 133-134.

Candel Vila, Xelo (2008). “La última poesía de María Victoria Atencia”, Salamanca: Cuadernos del Lazarillo: Revista literaria y cultural, 34: 16-20.

_____(2011). “El ámbito espiritual de Atencia: De Las contemplaciones a El umbral”, OJÁNCANO. Revista de literatura española, 40, University of North Carolina, Department of Romance Languages & Literatures:59-82.

_____(2013). “Espacios reales y configuración simbólica en la poesía última de María Victoria Atencia”, en PAYERAS GRAU, María (ed.), Desde las orillas. Poetas del 50 en los márgenes de canon. Sevilla:  Renacimiento. 51-67.

_____(2014). “María Victoria Atencia en el umbral”, en María Victoria Atencia: Reina blanca de nuestra poesía, GÓMEZ YEBRA, Antonio (ed.), Junta de Andalucía, Consejería de Educación, Cultura y Deporte. 67-82.

Carnero,  Guillermo (1984).  “Prólogo”,  Ex Libris. Madrid: Visor.

_____(2011). “Nunca tan poco. La poesía de María Victoria Atencia”, prólogo a Como las cosas claman. Antología poética. Sevilla: Renacimiento.

García Martín, José Luis (1990). “Introducción” a Antología poética, Madrid: Castalia.

Gómez Yebra, Antonio, ed. (2014). María Victoria Atencia: Reina blanca de nuestra poesía, Junta de Andalucía.

Keefe Ugalde, Sharon (1991), Conversaciones y poemas. La nueva poesía femenina española en castellano. Madrid: Siglo XXI.

_____(1997). “María Victoria Atencia”, en El vuelo. María Victoria Atencia, Málaga: Revista Litoral, 213-214.

_____(1998). La poesía de María Victoria Atencia. Un acercamiento crítico, Madrid: Huerga y Fierro.

Miró, Emilio (1997). “Arte y vida en el mundo de M.V.”, en El vuelo. María Victoria Atencia,, Málaga:Revista Litoral, 213-214.

_____ (1985). “El mundo lírico de María Victoria Atencia”, Madrid: Ínsula, 462.

Payeras Grau, María (2009). Espejos de palabra. La voz secreta de la mujer en la poesía española de posguerra (1939-1959). Madrid: UNED.

Ruiz Noguera, Francisco (1997). “María Victoria Atencia: la mirada, el gesto, la palabra”, en El vuelo. María Victoria Atencia, Málaga: Revista Litoral, 213-214, Málaga.

VV.AA. (1992). “María Victoria Atencia”, Poesía en el campus, Universidad de Zaragoza, 19.

Información adicional

  • Universidad: València
  • Investigador: Xelo Candel Vila
  • Publicación: Jueves, 14 Abril 2016

  • +34 971 173 314 
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Poéticas de la Transición (1973-1982)

En su fase actual, el grupo POESCO se encuentra trabajando en el estudio histórico y filológico de la poesía española publicada a lo largo del período histórico de la Transición a la democracia, un período tan breve como intenso de nuestras letras, en el que tiene lugar uno de los momentos más fecundos de la poesía española reciente por lo que toca a la convivencia de diversas tendencias poéticas, pero también porque coexisten en el panorama literario cuatro generaciones distintas.

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